viernes, 8 de junio de 2012

LECTURAS VERANIEGAS-3



Sugerencia-4

EL PUÑO INVISIBLE
Carlos Granés

Di con este libro leyendo un artículo de Mario Vargas Llosa, publicado en El País, el 18 de diciembre de 2011. Un escrito más que sugerente, como muchos del autor. Quizá se puede encontrar en la hemeroteca del periódico.

Así que no voy a competir con tan insigne escribidor. Para empezar dos apuntes. Uno, es un libro serio, en el mejor sentido del término. Dos, me he sentido identificado con tantas cosas que no voy a poner casi ninguna cita. Tendría que reproducir todo el texto.

Se incia con una marcha lenta, descriptiva, de lo que se conoce como vanguardias, que se desarrollan a lo largo del siglo pasado, y cuya raíz más dañina es Marcel Duchamp. Pero no es la única. De él parte, seguramente, la genial idea de convertir el arte en algo incomprensible. Aunque quizá todavía se puede rastrear ahí alguna intencionalidad interesante. He de decir que se me hace difícil aceptar que todo ha sido un fraude. Granés no toma un partido univoco sobre ello, y lo respeto como también respeto una cierta comprensión y piedad por las primera vanguardias.

Pero el libro va cambiando de marcha y al llegar a nuestros días ya ha puesto la directa.

Como ya he dicho antes, no puedo estar más de acuerdo en casi todo.

La tremenda banalización que ha sufrido el mismo concepto vanguardia, convirtiendo a los pretendidos transgresores en la parte más integrada del arte.
Pero no es sólo esto, y este problema viene desde el principio, el arte se ha convertido en incomprensible. En el mejor de los casos en un espectáculo de barraca de feria. Los artistas se automutilan, defecan, agreden a otros seres humanos, pero son domesticados e incluidos en esos guetos que son los museos de arte contemporáneo. Museos que Granés califica como MacDonald's, donde se exponen las mismas obras de los mismos artistas, en los que se celebran muestras de las que "nadie entiende nada" y "a nadie le importa", pero que se rodean de un cuerpo teórico en el que, en realidad, "la nada explica la nada".

Ahora son los museos, los comisarios, lugares como la Documenta, los que deciden quién es artista y quién no. Al menos quién lo es de modo mediático

No me puedo resistir a transcribir dos frases, y con esto acabo. Una se refiere al arte conceptual. Sé muy bien de qué va, yo mismo fui artista conceptual durante los primeros setenta. Aunque entonces las condiciones eran muy distintas, el fondo era el mismo.

"Arte conceptual: todo aquello que fuera del museo es una banalidad cotidiana y dentro se convierte en un intrincado enigma sobre la naturaleza del arte y la sociedad". p. 346

Y sobre la rebeldía y la transgresión:

"Rebelarse, generar escándalo, desafiar las normas y los tabúes no es una actividad radical con la que el artista se expone a la marginación, la incomprensión y al desprecio de la burguesía, sino la manera más expeditiva de convertirse en parte del establishment". p. 373

CODA

No voy escogiendo los títulos que pongo aquí de un modo arbitrario. Intento que cada uno de ellos forme parte de un todo que intenta construir una mirada sobre el mundo del arte actual, desde distintos puntos de vista.

Y una curiosidad, un amigo me escribe comentando esta iniciativa y simpáticamente me corrige el título al que él llama "lecturas primavero-veraniegas".  He de decir en mi descargo que siempre, desde niño, he vivido el verano como los meses de junio y julio. En agosto comenzaba a terminarse, llegaban las tormentas y el tiempo era otro. Septiembre ni lo digo, era ya otoño. Así pues mantengo "lecturas veraniegas"...


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