viernes, 28 de febrero de 2014

Libros amigos: una trilogía imprescindible




Tengo la sensación, por  las cosas que están pasando, por opiniones que se están vertiendo, que se está produciendo un olvido general de nuestra historia más reciente. Me refiero al tiempo que va desde principios del siglo XX hasta ahora. Es evidente que los momentos más traumáticos de ese período, que duda cabe, fueron la Guerra Civil y los años siniestros de la dictadura franquista.

El historiador, y gran amigo, Gabriele Ranzato, ha escrito tres libros iluminadores sobre la guerra, sus antecedentes, y sus secuelas en la España democrática.

Acabo de leer el último El gran miedo de 1936 que trata de los últimos meses de la República, los del gobierno del Frente Popular. No por sospechados, o más o menos sabidos, los acontecimientos narrados son desasosegantes, sugieren, siempre contrastados historiográficamente, que el gran trauma fue prácticamente inevitable, o, cuando menos, difícilmente evitable. Un clima dominado por un enfrentamiento sordo a las necesidades de la población, condujo a un escenario en el que las declaraciones, los discursos, de unos y otros presagiaban lo peor, un clima que pronto se trasladó a la calle, creando una situación a la que nadie quería, o podía, poner remedio.

No sólo recomiendo la lectura de estos tres libros por su categoría de ensayo histórico, casi incontestable, sino también por la calidad de su escritura. Leí El gran miedo de 1936 de un tirón, sin poder abandonar su lectura. Un gran trabajo de un italiano que deberíamos agradecer los españoles.

El eclipse de la democracia. La Guerra Civil española y sus orígenes, 1931-1939.
Siglo XXI, Madrid, 2006
El pasado de bronce. La herencia de la la Guerra Civil en la España democrática.
Destino, Barcelona, 2006
El gran miedo de 1936. Cómo España se precipitó en la Guerra Civil.
La Esfera de los Libros, Madrid 2014

jueves, 13 de febrero de 2014

El color - 2

Hace unas semanas puse una entrada sobre el color. Hablaba allí del carácter intuitivo de su utilización. ¿Cómo dejar que esa intuición surja?

Puede aparecer a través de diversos estímulos; alguno interiores, mentales, otros exteriores, visuales.

Joseph Campbell en su tetralogía Las máscaras de Dios, compara la relación de un pintor con los colores y los materiales de su paleta y de su estudio con el alquimista  que proyectaba asociaciones psicológicas de las que no era plenamente consciente y sobre las que no tenía un control absoluto.

No sé si la relación entre una cosa y otra es plausible -es la opinión de Campbell-, pero lo cierto es que el entorno del estudio, y, en especial, las paletas sugieren combinaciones de colores. No hace falta fijarse demasiado, están ahí y, a veces, "hablan"

A continuación algunas imágenes de "paletas". En realidad son humildes platos de plástico que utilizo para mezclar las acuarelas y que voy conservando durante un tiempo...