Tras las fotografías un texto que he escrito a petición de Denise para la presentación del proyecto.
Cuando Denise Castro me propuso que algunos de mis cuadros se integrasen en el proyecto de su película "Sol" sentí que algo importante le podía suceder a mi obra. No se trataba de utilizar los cuadros como objetos decorativos sino como un elemento más del film.
Durante las últimas semanas he asistido a la entusiasta gestación de este proyecto, incluyendo el rodaje de un fragmento del teaser en el estudio.
He ido viendo como la historia de esta moderna Perséfone que es Sol se flexibilizaba y adquiría complejidad. Digo Perséfone porqué también desciende al Hades raptada y así como ella se embriaga con unos granos de granada, Sol se embriaga con algo tan clásico como es la hidromiel. Un gran mito, revisitado en muchas ocasiones, Orfeo y Euridice, etc.
La cuestión principal, más incluso que mi amor por el cine, es el interés que la realizadora ha mostrado por mi trabajo. Especialmente por la conexión que supone con algo surgido del imaginario femenino y también con una persona tan alejada de mi cronológicamente.
Denise me surgiere que cuente el porqué de mi interés por la figura humana y/o por el desnudo femenino.
De hecho siempre, desde el inicio de mi trabajo, había sentido una atracción hacia este tema que es en sí mismo un género dentro del arte, iniciado ya en la prehistoria.
Se mezclan muchas cosas y es muy difícil sintetizarlo en pocas palabras.
La mas banal de las explicaciones sería la búsqueda de la belleza curativa, curativa para mí, para la modelo y para el espectador sin cuya mirada la obra no está terminada.
La idea renacentista de que todo el cosmos está contenido en el ser humano. Giacometti dijo brillantemente, en una ocasión, que un brazo humano es tan complejo como toda la Vía Láctea.
La búsqueda de lo inefable en el cuerpo de una mujer. En el misticismo iraní, Ibn 'Arabî hablaba de la mujer como una teofanía, es decir como presencia de la divinidad, casi la única posible.
Ibn Hazm poeta y filósofo de la Córdoba de los Omeyas escribió:
"Veo una forma humana pero, cuando medito más detenidamente, creo ver en ella un cuerpo que viene del mundo celeste de las esferas". Octavio Paz que es quien cita este texto en "La doble llama" concluye: "La contemplación de la hermosura es una epifanía"
Finalmente para acabar estas apresuradas e incompletas líneas, diría que existe la búsqueda de la esencia de lo femenino como esencia misma del Mundo. En el Tao te Ching se encuentran estas palabras:
"El Espíritu del Valle nunca muere
se llama lo Misterioso Femenino
y la entrada a lo Misterioso Femenino
es la base de que la Tierra y el Cielo surgieron.
Siempre está allí, en nuestro interior.
Por mucho que explote, jamás se secará."
Estoy seguro de que esta búsqueda es de imposible conclusión, es sólo un apasionante camino.
Espero que la protagonista de la película sienta algo de todo esto. Finalmente tiene una inconmensurable ventaja sobre mí: es una mujer.
Marzo 2009
Ufff me emociono cuando leo lo que has escrito Ramón. Estoy muy feliz de habernos encontrado :)
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