Para las personas de mi edad de casi todo hace veinte años, generalmente más. En 1994, antes de mi transición a la pintura figurativa, trabajé unos meses con una modelo, Ángeles, de la que guardo un extraordinario recuerdo.
El cambio de estudio ha traído consigo el aflorar de dibujos, proyectos, infinidad de cosas, que tenía olvidadas. Algunas han provocado nostalgia, otras sorpresa. Afortunadamente casi ninguna, disgusto o arrepentimiento. Algunos de los resultados del trabajo con Ángeles. Todavía no utilizaba acuarelas, son lápices de color acuarelables.
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