Durante este año Elena Posa, me ha pedido para su hotel, cuatro imágenes relativas a cada una de las estaciones. Aquí están: primavera, verano, otoño e invierno.
Al dorso de cada una de las tarjetas hay un texto redactado por Elena:
Primavera
En la naturaleza, la espiral evoca el despertar, la regeneración, el viaje mítico, como las hojas que se abren y orientan hacia la luz...
Verano
Solsticio de verano
Saltaron sobre el fuego,
bailaron sobre las olas.
Prosiguió el rotar entre la luz y la oscuridad.
Otoño
Constelaciones de otoño
El caballo alado de Pegaso dibuja estrellas
mientras pace en el firmamento.
Gotas de agua recorren la lluvia.
Hacia el sur trazan surcos las aves.
Mirando el caballo,
oliendo la lluvia,
escuchando los pájaros.
Esbozando mapas invisibles.
Invierno
Otro cuento de invierno
Erase una vez, en el reino de los dioses antiguos, cuando los hombres gestaban una explicación del mundo.
La vasija de Démeter, la madre, diosa de la tierra y de la fecundidad.
La granada de Perséfone, la hija cuyos granos comió inocente.
Madres e hijas.
Y aconteció el drama: Hades salió de las profundidades y raptó a Perséfone. Su madre la buscaba desconsolada. Al saber que estaba secuestrada en el submundo, airada dejó secar las cosechas. Tierra desolada, pesar y oscuridad.
Zeus ordenó que la hija fuera devuelta a su madre para que regresara la fertilidad, pero Hades le dio a comer unos granos de granada, así Perséfone tendría que regresar al mundo de las sombras unos meses al año.
Había nacido la estación fría y baldía.
Un cuento de invierno, un drama para explicar un misterio. Ciclo infinito de muerte y resurrección, girando de la oscuridad hacia la luz, palpitar incesante de la vida.
El hotel de Elena Posa:
La Casa Grande. Arcos de la Frontera.
www.lacasagrande.net info@lacasagrande.net
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