Hace aproximadamente cinco años puse una entrada titulada "Un solo cuadro", en la que hablaba de una obra singular. Un retrato del doctor Ignasi Ponseti. El único retrato masculino que he hecho nunca. Esta vez el titulo estaría también justificado, aunque desde otro punto de vista.
A principios de este año, el entrañable amigo Gerard Pastor, me encargó un retrato de su mujer, Núria con su hijo recién nacido. Dídac. Se trataba, pues, de una maternidad.
El encargo me produjo sensaciones muy contradictorias, alegría por la confianza que Gerard depositaba en mí trabajo, y una fuerte preocupación, porqué aparecía un niño, un bebé, y tenía que trabajar con fotografías, ya que era una sorpresa.
Es bien sabido que los niños que aparecen en la maternidades, generalmente, parecen más bien adultos reducidos, con excepciones, claro.
Pero era un reto, un reto que acepté.
La realización del cuadro ha tardado casi nueve meses. Ha sido el único cuadro que he pintado este año. Es, pues, verdaderamente un punto y aparte. El esfuerzo ha sido recompensado por la reacción final de Núria García, de Gerard Pastor, y de las personas -pocas- que han ido viendo como se construía. A todos ellos gracias, por sus comentarios y las palabras de apoyo.
Y aquí está el resultado final.
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