martes, 22 de julio de 2014
RELECTURAS DE VERANO - 2, LA EDUCACIÓN SENTIMENTAL Y LOS COLORES
Al redactar la anterior entrada sobre Madame Bovary y el color, me quedó la duda si todas las alusiones al color que ahí hacia Flaubert, serían exclusivas de ese texto o, por el contrario, una constante en el gran autor francés. Así que una nueva relectura, esta vez de La educación sentimental, me ha conducido a la conclusión de que son una constante. Aunque a punto de iniciar la revisión de Salambó -va a ser un verano Flaubert-, les voy a dejar unos nuevos ejemplos del acercamiento al color de Gustave Flaubert.
Antes unas pequeñas aclaraciones, como en el caso de Madame Bovary, no voy a descubrir nada nuevo, sólo algo que tiene que ver conmigo. La educación sentimental, no es únicamente una novela sobre determinado comportamiento de unos seres confusos en una época confusa, es una toma de posición sobre la política y el arte. Más que la cuestión de la política, aunque también, me han interesado, y mucho, las apreciaciones que el autor hace del arte de su época y de los artistas. Aparece el personaje de un pintor, Pellerin, con unas opiniones cambiantes, paradójicas e impagables, llenas de humor, no por parte del personaje, sino del propio Flaubert; aparece también Arnoux que durante una época de su vida hace de marchante con las mismas actitudes que los de ahora mismo. Por último, y esto es lo más personal, Frédéric, el protagonista, durante unos meses quiere ser pintor, para lo que se procura un estudio. En ese lugar tiene un conjunto escultórico de James Pradier, artista por el que Flaubert sentía una gran estima; en 1846 dijo de él : " éste es un gran artista, un verdadero griego, el más antiguo de todos los modernos: un hombre que no se distrae por nada". Pues bien, hace ya algunos años en una visita al Quai d'Orsay, me encontré con una escultura que me fascinó, y a la que hice la fotografía que encabeza estas líneas. Su autor era James Pradier, aunque en aquel momento no lo sabía.
Bien, y ahora voy por los colores:
"...un ancho pantalón blanco caía sobre unas extrañas botas rojas, de piel de Rusia, adornadas con dibujos azules."
"A sus espaldas y sobre la bomba de cobre pendía un largo chal con franjas de color violeta."
"No se le ocurrió nada mejor que hacerle observar el color del otoño."
"Los árboles del jardín formaban dos masas violáceas en sus copas... y el Sena, verdoso en toda su extensión, se deshacía en un muaré de plata."
"...una gruesa levita de color betún zulaque..."
"...sus vestidos de túnica color verdemar, azul, cereza o violeta, pasaban, se agitaban entre los ébanos y las lilas..."
"... la luz se descomponía en cuadraditos azules, mientras que los quinqués del proscenio formaban una sola línea de luces amarillas..."
"Las tabernas, pintadas de color sangre de toro..."
"Estoy tratando de reencontrar el rojo de los chinos..."
"... índigo bajo los ojos, una mancha de bermellón en la mejilla y un toque de hollín diluido en las sienes..."
"El rojo de los pintores no es el mismo que el de los burgueses..."
"Llevaba un vestido de seda rojiza, del color de un vino español."
"... y esa luz blanca le daba unos tonos de nácar a su piel, sonrosaba sus parpados y hacía brillar sus ojos, el vivo color de la fruta se confundía con el de sus labios..."
"... un enorme hervidero de gente, una sola masa de azul oscuro, casi negro..."
"De lejos, los líquenes del suelo se mezclaban con el tono rojizo de los ladrillos; y el conjunto del palacio, de un color herrumbroso como el de una vieja armadura, tenía algo de realeza impasible, una especie de grandeza militar y triste."
"El cielo de un azul tierno."
"Había creído ella coqueto vestirse toda de verde, color que chocaba violentamente con el tono de sus cabellos; era pelirroja."
"... los polvorientos senderos parecidos a grisáceas cintas, las casas que desparramaban entre el verdor manchas blancas y rojas..."
"Ella fue a buscar el retrato. El rojo, el amarillo, el verde y el índigo chocaban en violentas manchas y formaban una cosa horrible, casi irrisoria.
Hasta aquí las notas sobre Flaubert y el color. Estoy seguro que la relectura de Salambó, me proporcionará nuevos argumentos, pero ahora ya creo que es mejor que los descubran por sí mismos.
James Pradier. Escultor francés, nacido en Suiza. 1790-1852.
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